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viernes, 14 de septiembre de 2012

La Oración en la Tribulación


<!--[if IE]> <![endif] La Oración de Cristo y su Iglesia - El encinar de Mambré

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  1. antoes60@gmail.com
La Oración de Cristo y su Iglesia Se ha actualizado 13/09/2012 08:16.


                                                                                                                                                          

La Oración de Cristo y su Iglesia

Reina de los cielos

En septiembre 2012 decía el Papa Benedicto....

es................................la oración en la segunda parte del libro del Apocalipsis, “una plegaria que se orienta al mundo entero, pues la Iglesia camina en la historia y forma parte de ella”.


En esta segunda parte, la asamblea cristiana está llamada a “leer en profundidad la historia que vive, aprendiendo a discernir con la fe los acontecimientos, para colaborar con su acción, en la extensión del reino de Dios. Y esta obra de lectura y discernimiento, al igual que la de acción, está ligada estrechamente a la oración”.



En el Apocalipsis la asamblea es invitada a subir al cielo “para mirar la realidad con los ojos de Dios” ; el relato de San Juan describe los tres símbolos que encuentra para leer la historia: el trono de Dios, el libro y el Cordero.

  En el trono está sentado Dios omnipotente que “no se ha quedado sólo en su cielo, sino que se acercó al hombre, estableciendo una alianza con él”. El libro “contiene el plan de Dios sobre los acontecimientos y los hombres, pero está cerrado herméticamente con siete sellos y nadie puede leerlo”.



                          

Ya la escritura, por todas partes, nos recuerda el desarrollo de la historia en medio de sufrimientos de Cristo y de su cuerpo, la Iglesia............


Del Salmo 88.........................

Tú, encolerizado con tu Ungido,
lo has rechazado y desechado;
has roto la alianza con tu siervo
y has profanado hasta el suelo su corona;

has derribado sus murallas
y derrocado sus fortalezas;
todo viandante lo saquea,
y es la burla de sus vecinos;

has sostenido la diestra de sus enemigos
y has dado el triunfo a sus adversarios;
pero a él le has embotado la espada
y no lo has confortado en la pelea;

has quebrado su cetro glorioso
y has derribado su trono;
has acortado los días de su juventud
y lo has cubierto de ignominia.


                     

Ant: Yo soy el renuevo y el vástago de David, la estrella luciente de la mañana.


¿Hasta cuándo, Señor, estarás escondido
y arderá como un fuego tu cólera?
Recuerda, Señor, lo corta que es mi vida
y lo caducos que has creado a los humanos.

¿Quién vivirá sin ver la muerte?
¿Quién sustraerá su vida a la garra del abismo?
¿Dónde está, Señor, tu antigua misericordia
que por tu fidelidad juraste a David?

Acuérdate, Señor, de la afrenta de tus siervos:
lo que tengo que aguantar de las naciones,
de cómo afrentan, Señor, tus enemigos,
de cómo afrentan las huellas de tu Ungido.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.

                 

Pero la Iglesia clama con amor y confianza.......

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos;
por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

Danos alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas.
Que tus siervos vean tu acción
y sus hijos tu gloria.

Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.

           

El Papa en su catequesis sobre la Oración en el Apocalipsis, terminaba así:

.............. Dios no es insensible a nuestras súplicas (...) 

A menudo frente al mal tenemos la sensación de no poder hacer nada, pero es precisamente nuestra oración la respuesta primera y más eficaz que podemos dar y que fortalece nuestro compromiso diario de difundir el bien. La potencia de Dios hace fecunda nuestra debilidad”.



Madre de la Iglesia



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